Hay amores que nacen en la ausencia,
en los años escasos y faltos,
en lo que no se vive, en lo que se niega,
en la melancolía y en lo casi imposible.
Y viven ocultos, entre la rutina,
se intentan olvidar, se ignoran,
se les deja de reconocer por mucho tiempo,
pero hay días que te mira a los ojos y sabes que está ahí.
Y se hace lo imposible por obviarlo
porque se piensa que la causa está perdida,
se olvida, se recuerda, se suprime, persiste,
se le sabe eterno y las excusas se desgastan.
Y sucede que se le escucha al corazón
y se logra ver al destino, a las casualidades,
a todo eso que ya se sabe que nunca va a callar
y que anda gritando tanto adentro desde hace tanto.
05/04/21
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