viernes, 7 de febrero de 2014

5.099.- Bosques de vida y aflicción.

Nube que surca el cielo en pos de lluvia,
gracias por brindarme la sombra que necesitaba
para descansar un momento y pensar
en que poco a poco se nos va muriendo la vida.

Bosques extensos sin final visible,
les agradezco por lo cómodo que me hacen sentir
mientras divago en mis memorias y encuentro
que poco a poco van calando, en el alma, los días.

¿Cuánto tiempo es el que ronda mi existencia
que va mascullando cuando puede un «queda poco, muy poco»?
¿Cuánto dolor se desliga de la ofrenda de amor
que generosos entregamos sin mirar a quien?

Pesan en el alma las desventuras del corazón.
Incrementan la pesadumbre las decepciones
que nos acompañan a lo largo de la vida
y nacen cada vez que confiamos ciegos, ingenuos y sagrados.

07/02/14

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