domingo, 1 de septiembre de 2013

5.064.- Es amor aquello que das.

No es amor lo que recibes, es amor lo que das.
No es un amor que hurtas o es un regalo hacia ti
lo que es preciado, lo que es valedero.
La entrega, el dar sin pensar en recibir es lo hermoso.

No son mañanas las que indican que el día acaba de empezar,
es esa mirada que nace de tus ojos un nuevo día,
una nueva suma de momentos vividos,
el día que nace desde tus ojos y anochece para tus sueños.

No es parte de mi misantropía la que se admira,
es lo que resta de mi filantropía aquello que agrada.
Son estupores de lamentos los momentos de tropiezos
que debieran ser breves, muy breves, casi inexistentes.

Si es el bien propio lo más preciado, deberíamos optar
por el bien común, que es sumarle bien al bien de los demás,
y de esta manera el bien ajeno que suma al bien común
incrementará nuestro alcance propio del bien, y, entonces, el bien se multiplicará.

20/05/13
01/09/13

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