sábado, 27 de julio de 2013

5.059.- Tú, mi reminiscencia.

Me gusta lo indecible del momento que no viste.
Adoro lo imperfecto de la superficie de tus afanes.
Imploro un segundo de tu mirada inspiradora.
Asusta no poder verte por un tiempo, no saberte viva.

Intento, claro que lo intento, comprender este misterio,
entender el embrujo del adiós de cada día,
del adiós que, de vez en vez, se va haciendo eterno
y deja muy a la espera un saludo de bienvenida imaginario.

Haz que este minuto en el que estás presente,
y que cada vez es más extraño y difícil de hallar,
lo lleve en el recuerdo para siempre, para más allá de la muerte;
es fácil para ti, lo sé, puedes detener el tiempo, hacer de un segundo algo eterno.

Quiero, por sobre todo, esa sonrisa del cielo.
No quiero perderte jamás, dulce recuerdo.
Vivo cada vez que pienso que estás al frente mío y que me ves con esos ojos.
Reconforta saber que puedo volver a verte algún día... un buen día.

27/07/13

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