domingo, 3 de febrero de 2013

5.029.- Desde la idea hasta la acción.

Desde el metódico esfuerzo cartesiano
de analizar lo exiguo y convertirlo en ley o axioma,
el nerviosismo irritante carcome la magnitud,
haciendo que la resultante sea una suma de valores opuestos,
convirtiendo muchas posibles cosas en nada;

desde el trotamundos que subyace en la memoria
de un hombre que jamás respiró más aires que los suyos,
inmaculado, introvertido y ensimismado permanentemente,
nace el ambiguo pensamiento de la ruta, de los caminos,
del simpático rubor de un cansancio que no existe;

desde lo anverso de su trato; desde lo tácito y cortante;
desde la impávida memoria de una imaginación corta y dormida;
desde esa imagen y esa prehistoria; desde el vacío y rigidez
del recuerdo que sin maquillaje es olvido y es un agujero
que atrae pensamientos y no procrea, que consume y no alimenta;

desde su voz onírica que fluctúa entre lamentos
que un día nacieron previamente al hecho lamentable:
réplicas del hecho primario, matriz de los lamentos
que, cual fractal, se ha dividido en múltiples lamentos,
múltiples secretos, múltiples ambigüedades, múltiples adentros;

desde el conocimiento, éste, de ir al final de sus principios
y carcomer en sus pensamientos toda esta ingravidez
que nace de una mirada, de un hombre que se marcha,
de un hombre que se queda, de una negación y de una afirmación,
de un sinnúmero de situaciones ajenas, propias, se concluye...

que puede resultar más en un minuto apasionado
que en toda una vida llena de letargo, más en un resoluto estruendo
que en millones de supuestos, más en tan poca materia
que en billones de ideas, más en la expresión
que en lo que realmente se intenta expresar; y es todo.

03/02/13

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