domingo, 11 de noviembre de 2012

5.010.- Y el tiempo pasaba.

Y el tiempo pasaba
y yo te extrañaba tanto.

Y los días pasaban
y yo te tenía un tanto
menos cada vez.

Sin embargo,
cuando algo de ti se aparece,
un lo que sea,
una minúscula ventisca
que trae tu nombre,
algo inmenso aparecía
nuevamente
como si jamás se fuese,
como si jamás desapareciese.

Las horas pasaban
enfocadas en otras cosas.
Los minutos pasaban
pensando en otros motivos.
Pero solo un poco,
solo un saber de ti
enciende un mechero
de algo tan poco finito,
de algo que nace cada vez
como si nada,
como si todo,
como un milagro.

Y los días pasaban
y ya nada aparecía;
nada solía verse en el horizonte.
No era capaz de dar un giro
y hallarte.
Y solo extrañaba
y ya nada,
pero así es como moría.
Y no buscarte es mi muerte.
Y yo quiero vida.

11/11/12

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