domingo, 4 de noviembre de 2012

5.008.- Lacónica eternidad.

Te amaré por tu inocencia.
Soñaré con tu belleza.
Despertaré en tu entereza.
Y confiaré en tu ciencia.

Alabaré tus latidos.
Abrazaré tus motivos.
Y, sin importar otra voz,
el mundo será de los dos.

Rozaré tu corazón.
Apañaré tus deseos.
Apreciaré tu razón.
Y te daré días bellos.

Finalmente, permaneceré
y jamás te perderé
y nuestro amor siempre estará presente,
así tú y yo estemos ausentes.

04/11/12

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