lunes, 20 de agosto de 2012

4.082.- Confieso haber ignorado.

Debo confesar que he aprendido algo.
Y no es el hecho de aprender lo que lo hace confesión,
es el hecho de que por muchos años así vivía,
sin saberlo y sin haber sido capaz de verlo.

Y es que son muchas cosas las que se ignoran
y es mejor saber de aquellas que están presentes día con día.
Y es que tal vez en algún momento de mi vida
lo haya sentido ilógico y nadie me haya podido dar una respuesta.

Ahora, más que nunca, sé la respuesta.
Y no es sobre ese tema del que habla este poema.
Es sobre el hecho de que muchas veces vivimos
en un estado de somnolencia permanente, de ignorancia.

Confieso que he sobrevivido, que he permanecido
por el solo hecho de permanecer, que he estado aquí
sin motivos reales, engañado o dejándome engañar,
escaso de oportunidades de ver qué había más allá de mi televisor.

Y es que siempre lo supe, pero muy dentro de mí.
Y a conciencia no sabía nada o no podía saber.
Y esto hacía que a veces esperase o buscase en ningún lugar
aquello que se me había negado, así como a todos, saber.

Y me volví ajeno, me volví excluyente y parte de nadie.
Sopesaba en el alma que nadie pudiese resolver ese dilema,
pero me doy cuenta de que tampoco podían ver o tenían posibilidades de ver.
Y me doy cuenta de que cambiar es posible, de que amar es posible.

Y no hablo de juegos, de aspiraciones o de filosofías,
hablo de algo que ocurre día con día y de lo que somos culpables,
y lo peor es que es culpa de algo que se ignora o parece ignorarse,
y ese algo es aquello que no nos deja ser humanos como creemos que somos.

Ahora que tengo todo claro, tengo la certeza de que no será más.
Y sé de mí para mí, y para los que realmente necesitan saber esto,
que mi actitud será para siempre porque es por mí, es por ellos,
es por cada ser que dejamos de querer un día, es por cada error en el mundo.

Y ésta es una confesión por haber sido parte de algo tan macabro y sucio.
Y ésta es una confesión por haber sido injusto,
por haber aumentado más desnivel a la balanza natural,
por haber timado y haber sido timado, por causar dolor y gozo del dolor.

Y me confieso y me disculpo por haber sido tan fúnebre y sin saberlo.
Me disculpo por haber sido parte de costumbres que significan dolor
o disminución de la felicidad y del amor que merecemos todos
y por ser parte de este mundo cruel para con los otros animales.

20/08/12

No hay comentarios:

Publicar un comentario