Desde un primer principio,
lo que nace no crece y fomenta
una tormenta de complicaciones,
incongruencias, tergiversaciones y dolor.
Desde un primer momento
fue ajeno el sustento
de todas mis intenciones
vanas o contundentes, igual todas sin color.
Desde un primer día
ya lo sabía;
no es necesario preguntar ahora
porque eso es de antes y nada atesora.
El jamás es tan preciso y tan falso
que no importa si ya es el ocaso;
no importa ni siquiera si tú existes;
en suma, nada importa. Esto es triste.
Hubo un primer segundo,
siempre lo hay;
y no hay un segundo primer,
jamás lo hay.
Sin intenciones perpetúas.
Sin fundamentos refutas.
¿A qué debo tanto flébil vasallaje?
¿A qué tanta nada y desmontaje?
Como este décimo segundo planeta
alrededor de un agujero negro,
como este falaz emblema
que lleva tu nombre, esto jamás es, eso creo.
05/08/12
No hay comentarios:
Publicar un comentario