martes, 21 de enero de 2003

1.067.- Katherine.

Te escribo estas líneas
porque hoy he sabido
lo que siento por ti.

Al principio fue solo atracción,
pero luego empecé a quererte.

¿Sabes? Con tu sonrisa y con tu mirada
me cautivaste el alma y el corazón.

No sabes cuánto te deseo;
no sabes lo hermosa que eres para mí.
Llenas con tu hermosura
mis entrañas, mis bazos,
mis células en lo más profundo de ellas.
Renaces en mí este sentimiento;
me haces quererte;
me cautivas.

Me miras enamorada
y pienso que lo nuestro es realizable.
Pienso que, si los dos nos amamos,
deberíamos vernos el uno al otro,
mirarnos frente a frente
mirando uno fijamente los ojos del otro
y decirnos cuán grande es nuestro amor.

Luego, amarnos intensamente,
apasionadamente, incesantemente,
envolvernos en esta locura
llamada «amor»,
cerrar los ojos
y solo sentir,
vivir tan lejos de este mundo,
estando tan solo tú y yo.

Mi dulce néctar de vida,
el meollo de mis sentimientos,
la blanca paloma
que vive en el nido
que hay dentro de mi corazón, eres tú;
y cada latido que hay en él
es para ti.

21/01/03

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