martes, 20 de noviembre de 2018

7.054.- La quiero y es todo.

Y es que la quiero, no he definido bien cómo
ni desde dónde ni desde cuándo ni cuánto.
Si llego a definirlo de algún modo, diría que la quiero
desde que empiezo a sentirme libre y con sentido.

La quiero, de alguna manera inexplicable,
aunque, quizás, no sepa ella quererme,
aunque no pueda estar cerca a ella todavía,
aunque nuestras historias jamás convergieron.

Lo sé, es una locura querer sin interés alguno,
sin importarme si ella tiene otro nombre en los labios,
sin importarme todo lo sufrido o por sufrir.
La quiero y me alegra saber que es feliz como sea.

La sueño y la pienso. Busco saber que esté bien.
Sé que, de mi situación, podría decirse que es infértil,
que es una torpeza, un desperdicio y que me perjudicará,
pero nada, que sea por bien, genera mal y esto es bueno.

20/11/18

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