lunes, 21 de diciembre de 2015

6.082.- La indumentaria modelada hacia el cenit.

Mi corazón es una caja de Pandora inextinguible.
Los helechos del ser que nace entre miopía y aversión
han declarado un infeliz acto posterior al inicio.
Son tan pocos los hitos que definen la historia de esta ausencia y ficción.

Mi más preciado instante, que busco muy dentro de mí,
parece aparecer cada vez que la miro y el amor me inunda.
Sin embargo, no existo desde ningún lugar y mucho menos
desde mi ansiado hogar que, sin cabida, niega mis momentos.

Ya no queda nada, es verdad. Lo sé todo y nada es bueno.
Un día podré ir a mi corazón y sentirlo pleno, ya sin dudas y finalmente.
El escaparate del inducido letargo que está bullendo
y mira de reojo la herida generada siempre latente, siempre quemante.

Soy la luz de un sol en el ocaso, ya en completa oscuridad sin luna.
Y ella es la luz del día que me ha abandonado para siempre.
No sabe, el amor, quien soy yo más adentro, tan secretamente;
o quizás no sé yo qué es eso, alejado del dolor y de los finales.

Quizás no sé yo qué es ese mito preciado del amor.

21/12/15

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