domingo, 31 de mayo de 2015

6.050.- Confesión.

Siendo las once con ocho
de la mañana
de hoy domingo,
treinta y uno de mayo,
declaro
que hace diez minutos
me he enamorado.

Sucedió que estaba
tomando el desayuno,
empeñado en leer un libro
que me había propuesto
terminarlo en esta semana.
Luego de tres horas
de planificarme para los próximos tres años,
desaliñado, sin ninguna intención
de encontrarme a nadie
y sin nadie en mi plan.

Y, cuando me disponía a irme,
levanté la mirada
y fui testigo del milagro:
la vi a ella.
Ni siquiera sé quién es,
solo sé que ha estado en mi vida
desde hace cuatro años,
en un viaje en el bus,
de una conversación con el Señor
y su imagen mientras yo
tenía los ojos cerrados.

Y quizás me equivoque
sobre la visión
y quizás me haya ilusionado
de la nada,
pero ¿qué puedo decirle
a este corazón que sin importarle nada
ha vuelto a latir,
así, tan visiblemente
y ya parece que sin descanso?

31/05/15

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