domingo, 16 de junio de 2013

5.054.- Casual encuentro pendiente.

Y un día, en un encuentro casual, te diré lo siguiente:
«Qué lástima que termináramos así: como dos extraños.
Qué triste el haber perdido la confianza por algo que no se siente.
Qué escaso se fue haciendo nuestro compartir con los años.
Qué olvidado está ese momento, ahora inexistente.
Qué ajenos nos veo; qué tanto me doy cuenta de que te extraño».

Y, entre sorprendida, cómplice y lúcida, me dirás:
«Qué tanto perdemos por un solo momento.
Qué tanto padecemos por un simple y vano evento.
Qué tanto dejamos por un minuto de algo que ya no es más.
Qué tanto nos abandonamos. Qué tanto nos olvidamos.
Qué tanto la culpa nos hace culpables. Qué tanto nos odiamos».

Y, luego de haberlo explicado, comenzaremos a ver hacia el futuro.
Y alguno de los dos dirá aquello que es necesario y se debe decir:
«Entonces, es el momento de no olvidarnos y de eliminar el abismo.
Es el momento de perdonarnos, cada uno a uno mismo.
Es el momento de creer tú en mí, yo en ti, de reconstruir.
Es el momento de actuar como, lo que somos, seres maduros».

Y la amistad olvidará la lejanía y volverá a ser, desde ese día,... compañía.

16/06/13

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