Como vespertino superhéroe,
que a veces suele ser celestino también,
avanza el huachimán tan despierto
y más vigilante que una lechuza.
Aquel del cual, su misión es vigilar,
cuidar y brindar seguridad,
ser un visor residencial o de oficinas
o de museos o de bancos; en fin, un visor.
Huachimán, velando por mantener
seguro un almacén o lo que sea,
imparcial, metódico, dedicado,
despierto, vigilante, atento y sagrado.
Hombre extraordinario, antídoto del robo,
personaje majestuoso de mi cultura,
irreemplazable símbolo de protección,
irreemplazable corazón noble y entregado.
13/11/10
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