Tantas veces te recalqué mi amor;
tantas veces te dije que te amaba;
abusé mucho de esa palabra y, tal vez,
en vano te lo dije, aunque yo te amé en verdad.
Digo que te lo dije en vano porque
no me correspondiste y me hiciste sufrir
y te aprovechaste del amor que te tenía,
mas jamás supiste agradecerme que yo te amara.
Ahora recuerdo todo y veo que no eras tan
divina como te describía sin cansarme,
mintiendo o redundando en tus muy pocas virtudes,
y no sé de cuál de ellas me enamoré sin pensarlo.
Miento diciendo que me enamoré de ti sin
pensarlo, porque yo pensé enamorarme de ti;
y pensé que amándote a ti, o a cualquiera, podría vivir;
y te escogí a ti, porque eras quien más quise pero no amé.
Y, ahora que no pienso amarte jamás de nuevo,
ahora he resuelto no volver a amar así a nadie más.
Fingiendo y engañándome para encontrarle sentido a esta
vida, en cambio, ahora dejaré que el amor venga por su cuenta.
¡Ya sé cómo vivir!
27/05/03
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