lunes, 5 de mayo de 2003

1.080.- El corcho.

Tal vez un hombre en la vida
es como un corcho sobre el mar...

...tiene tan amplios horizontes,
todo puede ser suyo,
pero solo se deja llevar.
Nunca se hunde, jamás se hundirá;
sin embargo, se ahoga con el poco agua que toca.

...se siente tan solo, también lo peor,
pero no sabe que el mar le pertenece.

...puede hablar con Dios,
pues, tiene silencio y tiempo necesarios
para meditar y hablar con Él.

...piensa que nadie lo ama,
pero el mar y los cielos lo aman
por ser único como es
y no haberse convertido ni en cielo ni en mar.

Algún día pertenecerá a ellos,
se hará cualquiera de los dos
y, así, llegará a ser eterno,
sumergido en su lugar de vida,
hecho grande,
pero esto sucederá
solo después de haber sido grande
siendo corcho.

Y, aun así, lo amarán los dos
porque, como tanto tiempo fue el mismo,
al decaer escogió pertenecer a sus amigos.

05/05/03

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