domingo, 20 de enero de 2013

5.026.- Del círculo vicioso, éste.

Mujer, con cada «no» induces a que él no crea en el amor.
Hombre, con cada sin-sentido motivas un «no» más triste;
y lo sé: a cada sin-sentido induces a que ella no crea en el amor,
y desde ahí, mujer, con cada sin-sentido rompes otro corazón.

Y el círculo vicioso, éste, de caminos destruidos a cada paso
luce más desolado cada día, menos dulce, más triste,
más intransitable y supone menos caminares de costados
(ella a la derecha, él a la izquierda y en el medio el amor).

Lo sé: estos avatares del destino causan un dolor que se acrecienta
y se hace más ajeno, se hace del otro sin ser tuyo,
y se hace tuyo sin el otro sentir que es suyo tampoco,
se hace de los egos, de los fugaces egos, de los fugaces besos.

Y es triste enterarse de que ambos esperan y presuponen
que el amor vendrá; esperan y presuponen que solo llegará.
Y no divierte saber que los corazones mueren esperando
y esperan que alguien más encienda el amor que yace, puro aún, dentro.

20/01/13

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