domingo, 11 de octubre de 2009

3.066.- Declaración de una resurrección.

Uno de mis peores miedos
es ser una palabra vacía,
por eso esta vez escribiré
lo más profundo que me roe el pensamiento.

Hoy he despertado de este sopor.
Hoy me he re-descubierto.
Soy, no solo, jamás nuevamente solo,
un matiz tranquilo y sincero.

Así es como he sido desde niño.
Así es como me había sentido siempre
y me había sentido tan bien...

Luego empecé a tratar de cambiar
porque tenía muchos errores,
tales como: la inconstancia, la falta de objetivos claros,
falta de ambición, falta de competencia,
de protección.

Para evitar, o fortalecer todo aquello,
endurecí el alma, cambié los momentos calmos,
pacíficos, alegres, bellos, eternos
en momentos sombríos, oscuros, hiperactivos,
incómodos, inquietantes.
Y cambié los pensamientos o ideas
deslumbrantes, brillantes
por pensamientos tontos, vacíos.

Y el sentimiento que tuve,
causado por las apreciaciones de los demás,
me hacía ver que yo era un falto de objetivos y finalidad
(yo solo buscaba la felicidad. ¿No es el más noble
propósito que puede tener un ser humano
cuando la felicidad buscada no es solo propia,
sino también ajena?).
Ese sentimiento aún me persiguió,
solo que después, ayudado por mis acciones
faltas de seriedad, de esfuerzo,
que mostraban simpleza, falta de profundidad
y estupidez; me  hizo sentir como un niño tonto,
un ser inmaduro, incapaz.

Lo único que debí haber hecho desde el comienzo
debió haber sido permanecer con mi espíritu
tranquilo, sincero y solo esforzarme
más en mis labores y hacer oído sordo
a los comentarios tontos de algunos.

Quizás así sea como muchos «maduramos»,
pero es triste perder la esencia propia de uno.
Hoy quiero crecer, progresar, pero sobre esta
sólida base que es mi espíritu,
el espíritu que tuve en la infancia
y me debe acompañar toda la vida.

Ahora mi único gran problema sería
la falta de perseverancia y motivación;
y aún no tengo respuesta a esto.
Estaré buscando mi motivación
a partir de ahora, pero seguiré
desarrollándome, ¡ahora con esta alma mía!,
mi hermosa alma...

Gracias a todos los momentos vividos hoy,
me hicieron despertar nuevamente.

Y también hoy me trazaré metas
de corto y largo alcance,
dejaré de vivir solo en el presente
y pensaré en el futuro, ¡en un futuro real!

11/10/09

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