jueves, 12 de febrero de 2009

3.056.- Mágica noche.

Esta noche, la Luna está tan bella, tan inmensa.
Tus pupilas han cogido soltura, levedad.
Tu rostro está tan tierno, tan azul, tan silente,
y tus labios tan púrpuras, casi sangrientos.

Han pasado los más bellos pensamientos por mi mente.
He adoptado una sonrisa tenue, etérea.
Te he mirado con un amor propio de un ser enamorado
y solo he atinado a decirte que estás muy bella.

Cielo despejado, lleno de unas cuántas estrellas.
La Luna, en el oeste, luce como una reina.
Por allá, luminosidades amarillas; por acá, un ambiente azulado.
Y el crujir de los árboles me ha hecho sentir algo extraño y muy tierno.

No me he querido perder ni un segundo de este hermoso paisaje:
el céfiro, la humedad, la Luna, las estrellas, el silencio, tú...
No he querido estar ajeno a tan sublime melodía:
me he acercado, te he mirado a los ojos, te he sonreído dulcemente y de pronto te besé...

12/02/09

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