viernes, 13 de febrero de 2004

1.096.- La flor en tu pecho.

En las noches,
las flores se abren;
en las noches,
quisiera que tú te abrieras.

Los girasoles giran
hacia donde está el sol;
yo quisiera que tú
giraras hacia donde yo estoy.

Las margaritas
parecen flores alegres;
tu sonrisa parece
alegre y seductora.

Los claveles
parecen flores elegantes;
tú eres elegante,
hermosa y sensual.

Tus pechos,
cuando los tocan,
se abren como
se abren las rosas.

Esa orquídea en tu pecho:
¿cómo es que no ha muerto,
si tu pecho es
un volcán en erupción?

13/02/04

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