Los días corren intranquilos.
Nuestras vidas se debilitan con ellos,
y la muerte se acerca tan rápidamente.
Mi vida se resiste a perderse,
pero algún día caerá.
No hay vida más fuerte que el tiempo.
Caeremos uno a uno, todos débiles al fin.
Entonces, sabremos, de verdad, el valor de la vida,
pero ya será muy tarde para entonces.
Algunos asesinos, que creen vivir para siempre,
morirán de una manera más horrenda que la de sus asesinados
y será más cruel su estadía en la muerte.
O, en caso contrario, si tratan de luchar contra la muerte,
sufrirán toda la vida acechados por ésta
y morirán al fin de la manera más cruel que existe.
Por favor, Muerte, no nos visites
a varios masivamente
ni tampoco a cualquiera.
Permítenos, al menos, cumplir nuestros sueños
y no seas servidora de aquellos estúpidos seres humanos.
18/03/03
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